
Cuando no sé a qué atenerme, resulta fácil atenerme a nada, nadie en particular.
-Lloro.
Cuando no sé qué sentir, resulta factible no sentir nada.
-Lloro y gimo.
Cuando no sé que hacer, me desagrada hacer algo.
-Silencio.
Un disparo...
Quizás es por eso que me siento como un cráneo perforado, esperando que las sombras lleguen pronto.
Estoy enfrentando mi ultima hora, de cordura o locura. Y muy pronto te abrazaré del otro lado. Me siento senil, en un estado senil, con un pensamieto senil.
...A veces sólo quiero que patées mi rostro hasta desfiguralo por completo, para que mi recuerdo no te siga más por aquel sendero que te lleva hasta donde estoy. Sabes que las sombras caminan contigo, hablandote, contandote un secreto celoso de mi boca, mi boca muerta y cocida. Ya no me recuerdes más. Sabes que esto no va a mi pulcro lugar.
Un disparo... Secreto, celoso de lo nuestro, el silencio reina.
Tu imágen. Mi Crimen. Te Amo, Perdoname. Sólo un sueño. Un beso. La luz se apaga. El telón se cierra para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario